lunes, 24 de septiembre de 2007

Gideon Mantell

Gideon Algernon Mantell (3 de febrero de 1790 – 10 de noviembre de 1852) fue un médico, geólogo y paleontólogo inglés. Su fama proviene de haber descubierto el primer fósil de un dinosaurio reconocido como tal: se trató de dientes de Iguanodon.

Mantell nació en Sussex (Sureste de Inglaterra). Era hijo de un zapatero pero su primer trabajillo fue como aprendiz de un cirujano. Con el tiempo se casó y se convirtió en un buen médico y en mejor cirujano. Su pasión era la geología a la que le dedicaba el tiempo libre que tenía. Un día le llegaron las noticias del descubrimiento de Mary Annig de un animal fosilizado similar a un gran cocodrilo y empezó a interesarse por el estudio de los animales y plantas fosilizadas encontrados en su área. En 1820 encontró huesos más grandes que los que se habían descubierto hasta ese momento y dos años más tarde encontró una dentadura de gran tamaño que no pudo identificar.

Mantell publicó una serie de libros sobre sus hallazgos que fueron un éxito. Sin embargo empezó a correr el rumor de que la dentadura encontrada era de un rinoceronte y empezaron a burlarse de él por su error. Tras esto Mantell decidió enviar a Cuvier (un famoso anatomista responsable también del rumor) los demás huesos que había descubierto en la cantera. Cuando Cuvier los examinó detenidamente le escribió una carta donde aseguraba que los huesos no eran de ninguna especie conocida. Con ayuda de su método de anatomía comparada, detemrinó que el animal más cercano a este debía ser un reptil de proporciones descomunales, pero no sabía con exactitud a cuál. Finalmente se reconoció que eran muy parecidos a aquellos de la iguana de Barbados (pero 20 veces más grandes). Utilizando la magnitud de los dientes y trazando el animal a escala se llegó a determinar que el animal que llevaba esa dentadura debía haber sido al menos de 18 metros de largo. Los dibujos del que bautizó como Iguanodon (diente de iguana) demostraban a animal herbívoro gigantesco con un cuerno en la nariz peleando con otras denominadas criaturas antediluvianas, que posteriormente se conocerían como dinosaurio.

Investigaciones posteriores determinarían que el Iguandon mediría en realidad 9 metros y que el hueso que el había supuesto un cuerno, era el famoso espolón del dinosaurio.

En 1841 Mantell sufrió un accidente en carruaje, dañándose la espina dorsal. A pesar del dolor que tenía que pasar, siguió trabajando en reptiles fosilizados, libros científicos y artículos hasta su muerte. En 1844 se fue a vivir a una pequeña área en el centro de Londres y empezó a tomar opio, como analgésico. Un día se tomó demasiado llevándole a un estado de coma y muriendo ese mismo día en 1852.

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